miércoles, 17 de diciembre de 2008

Los poetas malditos

Los poetas malditos son invisibles, no se exilian del día y de la noche, recorren las calles a cualquier hora y compran el desayuno por la mañana. Los poetas malditos son solitarios cuando escriben, develan su faceta esquizofrénica al hacerlo, saben que la inspiración no es como la venden, y si leen con velas no es para sentirse malditos, sino que cortaron la energía. Los poetas malditos van a la biblioteca como al putiadero; son religiosos o ateos pero nunca pierden su fe y llevan bufanda sólo cuando tienen gripa. Los poetas malditos son tímidos, no hablan de su vida porque es igual a la de otros y cuando callan no tienen nada qué decir o mucho qué decir. Los poetas malditos saben que escribir es inútil, pero escribir es un vicio degenerativo y no un placer. Ellos si piensan en suicidarse, aunque lo harían si la frase de Rilke se cumpliera, de otra forma no, pues deben escribir el por qué no lo harían. Los poetas malditos van a bares y a cafés y hablan allí de poesía, de mujeres y hombres, de cuentas atrasadas, de los precios tan elevados del licor; no tienen orden en sus diálogos y no siempre salen borrachos o fuman cigarrillo. Los poetas malditos van a cafeterías y restaurantes de almuerzo ejecutivo a corregir sus manuscritos, montan en bus como en BMW y aunque lo nieguen quieren bailar reggaeton con una morena irreal de labios carnosos como la de los videos musicales. Los poetas malditos quisieran conocer Latinoamérica, Europa y el sur de los Estados Unidos, pero lo harían para reconocer que en cualquier lugar está su pueblo y por eso no les importa morir en uno o en el otro. Los poetas malditos tienen malos empleos, la madre los mantiene o son gerentes de bancos. Los poetas malditos saben que nadie es indolente ante la música; puede que no sepan bailar, pero no desconocen que como el agua los sonidos son vitales. Los poetas malditos son secos o tiernos, aman al amor y hablan mejor escribiendo. Los poetas malditos están malditos porque ellos mismos lo pactaron, desde que crearon su primer poema ya no tienen salida.

11 comentarios:

Molina dijo...

"¿Qué es esta "Guevonada?"", no mijo, ahí si me la pela... ¿cómo así que bibliotecas?, ahí si me la pela, a lo bien; y esa partecita del BMW, ¿qué?,¿qué es eso?. Gustavo, a ese texto le falta VIDA y EXPERIENCIA, se lo digo como amigo... puro texto de mirón... y chismosito, jajajaja, de aquél que recibe las percepciones de la gente que camina en los centros comerciales... y eso del restaurante además qué... no parcero, ¿qué pasa?, vaya más abajo, vaya hasta el fondo, súfralo... le falta pintura a ese texto parce... métale surrealismo, métale más cotidianidad, métale más polvo del asfalto... parecés un mimado escribiendo... Bahhh, al fín, y al cabo lo eres... Bahhh, buenos vientos...

Molina dijo...

¿Y me tocó sacar una cuenta "blogger" para escribír esto?, no no no... ahí está la violación, ahí está la violación...

Molina dijo...

AAAAAAAAAAAAAAA... Gustavo... fuí muy duro, dísculpame... Pero si man... es un texto de puro mimado...

Molina dijo...

Parce... en ese texto, seguro no ví lo del deslígue del hombre por la amistad... segúro, por esto no me gustó... pero na' más, na' más, o no, mentiras sí... ahhh, es que ud. parece que escribiera para esas putas revistas ligth de Soho, y Gato Pardo, así lo ví... a lo bien... qué vá, métale de lo que sabemos, de las caminadas en Cali, de las lágrimas en los puentes, de las miradas al punk en pleno destello metafísico por culpa del vino...

Molina dijo...

jajajaja... yo si hablo mucha mierda... pero bueno... ya me voy... un abrazo... y ojalá que el proximo texto, no me ponga a escribir tanta mierda, a lo bien...

Anónimo dijo...

Cual es la frase de Rilke, diga

Anónimo dijo...

Creo que usted tiene razón, en lo de la plata.
Mejor ya no lo invito a mi finca, lo invito a compartir mi felicidad… y mi pose.

Anónimo dijo...

molina es un churriento con internet, no hay ma'

Anónimo dijo...

Hey, Molina. Libérate del bla, bla, bla. El texto está muy bueno, me encantó.

Migue Rodríguez dijo...

Los poetas malditos sufren paradójicamente y en silencio. Han nacido con el don, tal vez incierto, de componer versos bajo el llanto de una noche perdida en el mismísimo desierto. Los poetas malditos por lo general nunca se les ve hablando(… ) porque son sus letras acentuadas en un papel, las que nunca callarán.

Taviño, sin duda, sus noches de creación valen la pena.

Delirio dijo...

Interesante relato, pero hago mi pregunta ¿Es el autor un poeta maldito?

Saludos, buen blog.