viernes, 26 de diciembre de 2008

Los seres de Cortázar

Son pequeños puntos; dejan de ser verdes y ahora son azules. No hay orden en sus apariciones y posiciones, lo que los hace diferentes entre si a pesar de tener el mismo tamaño y diámetro. Creo que aparecen en la soledad. Además les divierte ser una especie de alucinación, como esas cuando luego de mirar por veinte segundos un bombillo encendido, y cerrar los ojos, empiezan a saltar como retazos de una luz incómoda para el ojo y poco a poco se achiquitan.

Yo no los veo en el día, ni cuando duermo; es en la oscuridad y con los ojos bien abiertos. No dicen nada, ni les importa estar, supongo, sólo brotan e iluminan como luciérnagas de brillo azul. Llegan en el momento y espacio más absurdo, así son. Creía que los vería en algún lugar que altera la realidad monstruosa del establecimiento, esos lugares en ángulos impensados que nos salvan por instantes, pero es insensato porque encontrarlos ahí sería fútil, porque las personas van a encontrarlos ahí, y los vi fue en mi cuarto; absurdo. Quizá al utilizar alguna lógica de ellos, viven e imaginan también, podría dibujar una figura al unirlos por rayas, aunque la conjetura no tiene sentido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los seres de Cortazar que alguna vez han sido míos. Anoche divagaba con otros seres, el sueño lo recuerdo no muy nítido, pero me involucró en navegaciones y vuelos para desear despertar.

Abrazos renacientes de energías cósmicas en este 2009.